Promueve el trabajo a través de los procesos internos más primarios, permite un flujo entre ella y el usuario que no es igualado por ningún otro material, ofrece táctiles y kinestésicas, acerca a las personas a sus sentimientos y con frecuencia parece penetrar la coraza protectora, las barreras de un niño. Muchos niños con problemas de percepción y motricidad necesitan este tipo de experiencia. Esta técnica es beneficiosa para as personas que están distanciadas de sus sentimientos y que continuamente bloquean su expresión, por lo general se encuentran desconectadas de sus sentidos y sentimientos.
El terapeuta puede realmente ver lo que está ocurriendo con el niño con sólo observar cómo trabaja con la arcilla.
-I.L.
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